El Aceite Vegetal Hidrotratado (HVO) es un biocombustible producido a partir de aceites vegetales y grasas, que puede reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 en comparación con el diésel tradicional. Este combustible es compatible con los motores diésel actuales, lo que lo convierte en una alternativa viable y sostenible sin necesidad de modificaciones en los vehículos existentes.
En Alemania, el Parlamento ha aprobado la venta de HVO en gasolineras a nivel nacional para ayudar a reducir significativamente las emisiones contaminantes. Según estudios alemanes, el HVO puede reducir las emisiones de CO2 entre un 70% y un 90% respecto al diésel convencional. Este biocombustible se obtiene a partir de residuos de matadero, algas y grasas de cocina usadas, que se purifican mediante hidrógeno para convertirse en combustibles parafinados.
La regulación del HVO en España
En España, el HVO ya se comercializa en algunas estaciones de servicio, pero aún no está regulado explícitamente por el gobierno. El Real Decreto 376/2022 regula las especificaciones técnicas de biocarburantes como el biodiésel y el bioetanol, pero no menciona específicamente al HVO. Pese a esto, el HVO tributa igual que el diésel, lo que supone un desafío para su adopción masiva, especialmente en el sector del transporte por carretera, que aún depende en gran medida de combustibles fósiles.
Fenadismer, que preside la Unión Europea de Transportistas por Carretera (UETR), insiste en que la descarbonización del transporte no debe centrarse exclusivamente en la electrificación. La organización argumenta que, aunque los vehículos eléctricos y de hidrógeno son importantes, los biocombustibles como el HVO también deben formar parte de la estrategia de reducción de emisiones. Fenadismer subraya que la infraestructura actual de más de 12,000 gasolineras en España podría seguir utilizándose con HVO, evitando así el elevado costo de establecer una nueva red de puntos de recarga eléctrica.
La UETR y otras veinte organizaciones han enviado una carta a los Estados miembros de la UE expresando su preocupación por las políticas actuales que priorizan exclusivamente la electromovilidad. Argumentan que estas políticas no aprovechan adecuadamente el potencial de los ecocombustibles, lo que podría poner en riesgo el éxito de la transición hacia un transporte sin emisiones. Proponen una estrategia más inclusiva que considere todas las tecnologías maduras y asequibles para reforzar la seguridad a largo plazo y evitar perturbaciones en el mercado y aumentos de costos para los consumidores.
Diferentes combustibles, diferente tratamiento
Además, estas organizaciones señalan que tratar a los combustibles renovables igual que a los fósiles limita el despliegue de tecnologías de propulsión basadas en hidrógeno y baterías eléctricas. Subrayan la importancia de diversificar las opciones energéticas para garantizar que la transición sea efectiva y económica para todas las partes involucradas.
La Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles, que incluye a la CETM y la AOP, ha instado a los partidos políticos a considerar los ecocombustibles en sus propuestas energéticas. Argumentan que estos combustibles son esenciales para mantener el empleo y la actividad económica en sectores clave de la economía española, como la agricultura, la pesca, el transporte marítimo y terrestre, y la automoción.
Aunque la electrificación es una parte importante de la transición energética, los biocombustibles como el HVO ofrecen una solución inmediata y compatible con la infraestructura y vehículos actuales. Esto puede acelerar la descarbonización del transporte por carretera de manera más realista y económicamente viable, al tiempo que se promueve la independencia energética y se minimizan las fluctuaciones de costos. La integración de diversas tecnologías en la estrategia de descarbonización garantizará un enfoque equilibrado y sostenible para el futuro del transporte.