Parecía que el comercio internacional, sobre todo la vertiente marítima iba a dejar atrás a 2021. Y con él, todos los problemas que se derivaron del mismo. Unos precios disparatados, noticias que copaban portadas de diarios del mundo, y una incertidumbre que afectaba a todos. Pero los primeros días de 2022 no han sido lo que se esperaba. De hecho, el aviso es serio: Ómicron tiene la capacidad de poner todo el comercio internacional.
¿Qué pasa con Ómicron y por qué la preocupación va en aumento en el comercio internacional?
La actual variante del virus es mucho más contagiosa que las previas. Esto está provocando que los trabajadores afectados por bajas sumen un número mucho mayor. Y, por lo tanto, los puertos empiezan a congestionarse al no poder cubrir las necesidades y ya empieza a haber retrasos importantes en los barcos.
Desde China, donde se producen y fabrican buena parte de las mercancías producto de las transacciones de comercio internacional, ya hay desviaciones de rutas para evitar los problemas en los puertos más relevantes. Pero esto se traduce en que Shanghái comienza a congestionarse, y siendo el puerto de contenedores más grande de todo el mundo, la preocupación va en incremento. En Ningbo los problemas van por brotes covid que afectan al transito por carretera hacia el puerto, y en Xiamen del Sur están empezando a notar desvíos masivos procedentes de Shanghái.
Europa ya sufre con su transporte internacional marítimo y sus puertos acumulan retrasos
En varios de los principales puertos europeos, la densidad está ya por encima del 100%. Así, la terminal del Mar del Norte de Bremerhaven, el Maasvlakte II de Maersk y el Eurogate de Hamburgo están por encima. Las escalas ya sufren retrasos muy relevantes, que de media en la zona norte de Europa se calculan en hasta 4 días. Sin embargo, el atasco parece tener ya unas dimensiones mayores en Reino Unido, dónde esa media asciende a los 10 días.
Aunque el 2022 prometía ser un año de alivios tras todos los eventos sufridos en el transporte marítimo, y en general en el comercio internacional, parece que la mayor parte de instituciones y empresas del sector han perdido esa esperanza y comienzan a mostrarse mucho menos optimistas. Tanto es así que en su último boletín, el Banco Central Europeo considera que las opiniones de las empresas no auguran un cambio de tendencia, sino que durante toda esta anualidad seguirá habiendo grandes complicaciones.