Lo cierto es que el mundo del transporte internacional y de la logística que conecta varios países es, día sí y día también, noticia de portada. En este caso, la crisis que está experimentando Reino Unido por la falta de transportistas lleva varias semanas dando que hablar. Pero comprender las motivaciones de muchos camioneros españoles que no quieren ni oír hablar del trabajar en el país es entender cuál es la raíz del problema y, quizás, que Londres analice desde un punto de vista más objetivo la situación.
Los motivos para no querer volver a ser camionero en Reino Unido
La realidad es que ninguno de los camioneros españoles parece querer volver a trabajar en Reino Unido. Pese a los intentos casi desesperados del gobierno de dicha nación. Aunque cada cual tiene su propia experiencia, 5 son los problemas más mencionados, y no suponen ninguna cuestión baladí, sino una cuestión que solo los gobernantes de aquella nación pueden resolver para garantizar el abastecimiento de su isla.
- Llegar a Reino Unido. La entrada al país la realizan en ferry o por el eurotúnel. Aquí ya empiezan los problemas. Las colas pueden llegar a las 6 y 8 horas. Lo que implica que en muchos casos, el tacógrafo marca parada y el profesional debe parar. Así que solo llegar, puede llevar un día completo.
- Inmigración y falta de colaboración por parte de la policía. Todavía sin llegar a Reino Unido, continúan los problemas. Los camioneros españoles hablan de una inmigración muy agresiva que se postra a la espera de colarse en alguno de sus camiones. Se sienten impotentes e indefensos porque la policía no les presta ayuda alguna. Esto hace que algunos decidan evitar siquiera llegar a Reino Unido.
- Inspecciones constantes con procedimientos burocráticos poco prácticos. La queja sobre la cantidad de inspecciones es constante. Pero no solo sobre eso, sino sobre los procedimientos en sí. Revisar toneladas de mercancía -con el tiempo que implica- sin proponer soluciones a un profesional que en muchos casos está solo para volver a cargarla en el camión y continuar no parece una bienvenida de buen agrado para unos profesionales que hacen mucha falta en el país.
- Multas exageradas. También se quedan los camioneros españoles de las multas que les imponen en Reino Unido. En muchos casos por cuestiones que no comprenden o no son claras. Pero pelearse con la administración requiere tiempo, dinero y mucha paciencia. La burocracia es, según insisten los que la han vivido, una verdadera odisea en Reino Unido.
- Un sueldo que no compensa. La falta de profesionales no solo se nota en Reino Unido. De hecho, Francia e Italia ofrecen salarios similares, sin todas esas trabas, lo que hace que nadie quiera ir cobrando lo mismo, con todas esas dificultades que la Administración londinense no parece haberse parado a reflexionar para proponer soluciones.
Muchas cosas están pasando en el transporte internacional. Para muchos, el hecho de ser noticia de los diarios o revistas del sector, sino de los generalistas es motivo de poner al negocio en el verdadero lugar que le corresponde en la sociedad. Para otros, un problema que se agrava por momentos y que no tiene fácil solución. Al colapso del transporte marítimo del que hemos hablado en más de una ocasión, así como a la crisis de componentes, se unen ahora las soluciones apresuradas por intentar paliarlo, como es el caso del puerto de Los Ángeles que ensaya un funcionamiento ininterrumpido 24/7.
Fuente. Libre Mercado