El transporte marítimo se ve afectado en más de una ocasión por el envite de temporales que llegan de la mano de los temidos recargos. Una realidad que en los últimos meses se ha hecho aún más presente encareciendo la normal circulación de mercancías entre países.
Tras sus siglas y denominaciones en inglés se esconden algunas subidas de precios que es importante tener presente para capear la situación y en cuanto surgen, trabajar con anticipación.
Analizamos algunos de los recargos marítimos más frecuentes
EIS: Equipment Imbalance Surcharge
Este recargo se aplica en aquellas rutas que presentan desequilibrios en los flujos comerciales. Las navieras lo establecen en destinos que registran un volumen reducido de exportaciones, en los que las posibilidades de traer de vuelta el contenedor lleno son reducidas.
Con este gravamen, las compañías amortiguan los costes derivados del transporte de los contenedores vacíos hacia otros destinos, en los que vuelvan a usarse y puedan entrar de nuevo en circulación con carga.
PSS: Peak Season Surcharge
Se trata de un recargo variable que las navieras tienen la opción de aplicar en momentos de máxima demanda. Estas subidas en los precios han sido comunes en periodo clave como las vacaciones de otoño- invierno o antes de la llegada del Año Nuevo chino.
En los últimos meses de 2020 y el inicio de 2021, las principales navieras han hecho uso de este recargo aludiendo a causas excepcionales de falta de equipo y necesidades para poder gestionar los transportes de manera óptima.
Wharfage o derechos de muelle
Las navieras imponen este recargo como vía de compensación por el uso de su espacio e instalaciones. Este incremento suele estar incluido dentro de las tarifas de flete, aunque también se puede aplicar de manera separada a modo de recargo.
Release o tarifa de liberación
Esta tarifa responde también a la denominación en inglés de Handover fee o Delivery order fee. Las compañías navieras lo aplican para dar cobertura a los cargos locales en destino y se le imponen al consignatario de la mercancía importada para poder proceder a la liberación de la misma.
VGM: Verified Gross Mass
Se trata de uno de los últimos recargos en entrar en escena, impuesto por la Organización Marítima Internacional (OMI). Desde 2016, cada uno de los contenedores que se van a transportar deben someterse a un pesaje VGM. Esta medición representa el peso total del contendedor lleno: peso de la mercancía, peso del contenedor, materiales de estiba y soporte.
El VGM debe proporcionarse por los remitentes o transitarios con anterioridad a la carga del barco para no incurrir en sobrecostes.
Para evitar gastos innecesarios y trabajar con mayor anticipación, el equipo marítimo de Iberoforwarders pone a tu disposición el mejor asesoramiento para optimizar al máximo cada operación de transporte internacional.