El transporte aéreo sigue intentando afianzar nuevas vías que le permitan levantar el vuelo. La alerta sanitaria y las limitaciones impuestas a la movilidad internacional, provocadas por la COVID-19, llevan meses pasando factura al tráfico de pasajeros. Una situación que ha obligado a las aerolíneas a poner la mirada en las mercancías como válvula de oxígeno para intentar amortiguar la caída.
En el último mes han sido varias las compañías que han comunicado su intención de cambiar asientos de avión por espacios de carga. Un paso en firme con el que se pretende aumentar el número de operaciones y mercancías transportadas.
Según los datos de AENA, relativos al acumulado entre los meses de enero a octubre, en los aeropuertos españoles el tráfico de pasajeros registró una caída del 70,9% (69.333.088 pasajeros) respecto al mismo periodo de 2019. En el caso de las mercancías, en ese mismo intervalo, la bajada ha sido del 26,9%.
Rutas de prueba y nuevos destinos para recuperar posiciones
Ante este escenario y la incertidumbre que planea sobre la evolución de la pandemia, las aerolíneas miran hacia la carga como vía para recuperar posiciones. Este es el caso de una firma como Iberia, que a principios de noviembre comunicaba la conversión de su A330, en carguero.
La enseña del holding IAG ha acondicionado esta unidad, que ya ha realizado sus primeros trayectos a Estados Unidos, en concreto a Los Ángeles, y que tiene en cartera nuevas rutas para mercancías con destino a China.
De igual manera, otras compañías como Finnair, Air France o KLM han acudido a estas transformaciones en sus aviones para afrontar el traslado, en una primera fase, de material sanitario. Un tipo de transporte al que también se lanzó la española Wamos Air.
En el caso de esta última, la aerolínea acometió diversas adaptaciones para lograr incrementar la capacidad en cabina, hasta alcanzar los 250 m3, transportando cerca de 48 toneladas de material sanitario y humanitario.
Ajustes y remodelaciones para el paso de pasajeros a cargueros
Y ante estas necesidades, otro de los actores protagonistas son los fabricantes de aeronaves que han entrado en escena acelerando las modificaciones en los aviones para poder priorizar las cargas. De esta forma, Airbus acometía cambios en las estructuras de sus modelos A330 y A350 para reconvertir el espacio de los asientos para pasajeros, en una bodega de carga de mercancías.
Su propuesta permite instalar pallets de carga en las vías de los asientos de la cabina de una forma rápida.
Otra iniciativa de este gigante del sector son los asientos plegables. Una idea patentada que permite mover los asientos a lo largo de la cabina y amontonarlos en un extremo del avión, liberando espacio para la carga.
La flota mundial de aviones de carga crecerá un 60%
Y entre estos primeros cambios se abren paso las previsiones que rodearán al sector en los próximos años, en concreto mirando al horizonte de 2040. Un último informe publicado por Boeing apunta hacia la recuperación del sector con un repunte del 4%.
La necesidad de dar respuesta a los transportes de mercancías de urgencia y el auge del comercio electrónico impulsarán las operaciones aéreas de carga incrementando en un 60% las flotas globales de cargueros. Cerca de mil nuevos y más de 1.500 reconvertidos, según las estimaciones del informe, procedentes del tráfico de pasajeros.