La huelga de estibadores en Estados Unidos recién iniciada afecta ya al transporte internacional de mercancías, impactando la economía global y provocando serios cuellos de botella en las cadenas de suministro. La paralización de puertos clave en la Costa Este y del Golfo ha generado un aumento en los costos de transporte y ha puesto en riesgo miles de millones de dólares en importaciones.
¿Qué hay detrás de la huelga de estibadores en EEUU? Las exigencias salariales
La International Longshoremen’s Association (ILA), que representa a más de 45,000 estibadores, ha iniciado la huelga debido a la falta de acuerdo en las negociaciones laborales. Los estibadores exigen un aumento salarial significativo, justificado por los beneficios récord que las compañías navieras obtuvieron durante la pandemia. Estos trabajadores demandan incrementos salariales que reflejen los más de 400,000 millones de dólares que las líneas navieras generaron en beneficios durante ese período
El salario promedio de los estibadores varía según la región y la experiencia, pero en muchos casos, la ILA ha solicitado aumentos que eleven los salarios a un rango de 70,000 a 80,000 dólares anuales. Estos aumentos están diseñados para abordar la creciente presión económica que enfrentan los trabajadores portuarios y reflejar la importancia crítica de su labor en el funcionamiento de las cadenas de suministro globales.
Los cuellos de botella en el transporte internacional
El paro laboral está provocando cuellos de botella en las cadenas de suministro, especialmente en industrias como el retail, la alimentación y la automoción. Alrededor de 588,000 millones de dólares en importaciones anuales están en riesgo. Las empresas están experimentando retrasos en las entregas, lo que ha llevado a muchos importadores a redirigir sus mercancías a puertos alternativos, como los de la costa oeste y Canadá, incrementando la saturación en estos destinos.
Aumento de costos: recargos en las tarifas de fletes
Las líneas navieras han comenzado a imponer recargos adicionales debido a los retrasos y la incertidumbre generada por la huelga. Estos recargos llegan hasta 1,500 dólares por TEU , lo que supone un incremento significativo en los costos para las empresas que dependen del comercio marítimo. Estos aumentos también reflejan los costos adicionales por desviar las rutas hacia puertos alternativos.
Efectos en la cadena de suministro
La paralización de las operaciones portuarias está generando serios cuellos de botella en industrias clave como el retail, la alimentación y la automoción, afectando tanto a empresas nacionales como internacionales. La alta demanda de rutas alternativas en la costa oeste y Canadá ha saturado aún más los puertos, elevando los costos y alargando los tiempos de tránsito. A medida que la huelga se prolonga, crece la preocupación de que los efectos a largo plazo afecten aún más la economía global, contribuyendo a la inflación en varios sectores.
El transporte internacional lleva años enfrentándose a grandes desafíos como lo fueron en su día los problemas en el canal de Suez, la pandemia, los conflictos armados que afectan al transporte marítimo, los diversos paros a nivel nacional en varios países, y ahora la huelga de estibadores en EE.UU. Al tratarse de un mercado tan importante, esta huelga implica desafíos logísticos globales. Las empresas dedicadas al transporte internacional de mercancías estamos trabajando en un entorno en el que los costes serán más altos, y buscando alternativas que eviten retrasos prolongados, sin perder la esperanza en que la situación mejore próximamente con las las negociaciones laborales entre los sindicatos y las líneas navieras que, por el momento, parecen estar en punto muerto.